Tengo un lugar de privilegio en el mundo y desde el hoy me siento a escribirles. Un lugar donde la contemplación y meditación se unen, la música de fondo , el canto de los pájaros.
Un paisaje en movimiento, diverso minuto a minuto, contemplando el amanecer, todos diferentes, hasta los crepúsculos.
El sol, astro divino, dirige todos los instantes, aún cuando no está, aún cuando se oculta.
Desde aquí y con inspiración, reflexiono..para hablar de Reiki, por ejemplo.
Pueden imaginar un acto de amor manifestándose, repartiendo energía divina, transportada a través de las manos...y calma, regenera, sana.
Si es un acto de amor y entrega para quien lo da, y para el que recibe, abrirse a esa manifestación que le recorre el cuerpo brindando calma, salud, contención... Todo eso es... les parece poco..
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