Y pasó otro año, cargadito de experiencias, como solemos decir, "se nos vienen encima las fiestas".
Esta vez elegí contarles la historia de Papá Noel...
San Nicolás de Bari vivió, segun cálculos aproximados, desde el año 280 al 345. En tiempo del Concilio de Nicea (325) era obispo de Mira en Licia, diócesis del Asia Menor (actualmente Turquía).
Vivió santamente hasta los setenta y cinco años de edad. Murió en la capital de su diócesis y fue sepultado en la Catedral. En el año 1087 sus restos fueron trasladados a Bari, en Italia.
Lo históricamente demostrado termina aquí.
Pero no se puede desconocer un gran hecho, la devoción de San Nicolás de Bari, intensa y muy extendida.
Es el Santo Patrono de Rusia; los marineros del Mediterráneo oriental lo veneran como patrono, porque se cuenta que en una ocasión aquietó las olas enfurecidas, se le considera como abogado especial en los casos de incendio, por haber vuelto a la vida, mediante el poder de Dios, a un niño muerto abrasado cuya madre depositó a sus pies en la ceremonia de su consagración episcopal.
Su iconografía numerosa ha dado pié a los comerciantes para presentarlo vestido de "Papá Noel" (Nikolaus, Saint Nicholas, Sint Klaeg, Santa Claus), un anciano de barba larga y blanca, y con un costal lleno de regalos a la espalda para repartirlos a los niños.
Quedó huérfano siendo aún muy joven y heredero de una gran fortuna, y desde su infancia se manifestó su encendida caridad. Su fortuna le servía para hacer el bien a sus semejantes, sirviendo al ideal del Evangelio.
Se cuenta que un vecino suyo de Pátara, hombre rico venido a gran pobreza, tenía tres hijas muy hermosas y virtuosas a las que no podía casar por falta de dote. Determinó exponerlas al pecado para sacar de la prostitución el sustento para el y sus hijas. San Nicolás supo esta decisión, y para evitar esto, deslizándose en el silencio de la noche hasta la pobre casa, arrojó por la ventana una bolsa de monedas de oro, y escapó sin ser descubierto.
El santo repitió su excursión nocturna dos noches mas, hasta que fue descubierto por el agradecido padre. Las tres hijas con la dote consiguieron pronto buenos maridos y se casaron.
Este es el origen de la devoción a los tres lunes de San Nicolás, porque, según la tradición coincidió ser lunes cada vez que el santo dejaba la bolsa.
Sintiendo vivamente la vocación sacerdotal, se acogió al amparo de un tío suyo, que le precedió en la silla episcopal.
Cuando quedó vacante la sede episcopal de Mira, como los electores no llegaban a un acuerdo, decidieron designar obispo al primer sacerdote que entrara en el templo a la mañana siguiente, y Nicolás tenía la costumbre de celebrar la Santa Misa muy de madrugada.
Sus reliquias están en la ciudad de Bari, centro de peregrinaciones de sus devotos...
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