De todas las fiestas espirituales, pocas tienen el encanto y la gracia de la Navidad.
La Navidad es la fiesta de la infancia, del nacimiento del hombre y de Dios, la inocencia y el milagro...y para que sea realidad, debemos mirar con fe.
El ángel de la Navidad, con su canto sereno y su voz profunda, anuncia sobre el bullicio de las ciudades, sobre el dolor de los enfermos y sobre el corazón de todos:
¡¡Gloria a dios en el Cielo, y Paz a los hombres de Buena Voluntad..!!
Y la voluntad puesta al servicio de la Paz, genera en nosotros la posibilidad de ver, tocar y construir esa paz..
En la Navidad la luz divina brilla naciendo y haciendo renacer en el corazón de cada persona la fe, la esperanza...
El pesebre y el árbol de Navidad, no son meros ritos, por eso es importante mantener su sentido tradicional..Ambos elementos se instalan en cada casa el día 8 de diciembre, ese día colocamos todo, menos el niño en el pesebre, que será colocado el 24 de diciembre a la noche.
El 8 de diciembre armamos todo y colocamos la estrella sobre el árbol, la estrella de 5 puntas, el pentagrama mágico y sagrado....Desde ese día nuestra propia luz es llevada y guiada por la estrella de los magos... Este 8 de diciembre, hagamos nuestro pesebre y nuestro árbol, con una actitud ritual, y cuando coloquemos la estrella mirando hacia el oriente, pediremos al Dios que cada uno lleva adentro:
"Que la estrella de 5 puntas, signo de mi Voluntad, mi Sentimiento, y mi Razón, me guíe hasta el Belén de mi corazón, donde en esta Navidad nacerás Maestro, de forma misteriosa y Real"...Amén
El 24 de diciembre, el mas pequeño de la familia, coloca al niño en el pesebre...Leer Lucas 2 (vers 1 al 7)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dejame aquí tu comentario.responderé a la brevedad.Un beso:María